Quién busca encuentra

La búsqueda de empleo no es una tarea fácil, eso lo sabemos todos, y menos aún en esta desoladora situación económica que nos ha tocado vivir, acompañada de la crisis de valores tan profunda que yo achacaría como principal punto donde apoyarme para buscar un fundamento a toda ésta mierda.

Toda ésta mierda: Los bancos juegan con el dinero de sus clientes, los partidos políticos ya no se rigen por ser de derechas o de izquierdas, sólo miran el interés económico, los sindicatos nacieron con el objetivo de la protección contra el abuso de los empleadores y se han desarrollado entre la corrupción y entre la ganancia de dinero de sus dirigentes a través de sobornos, subvenciones, y colocar a amigotes o familia, la iglesia deja morir a los pobres mientras posee altares y vírgenes de oro.

Todo ha cambiado su razón de ser inicial.

Nosotros debemos hacer lo mismo, pero no comparando con éstos ejemplos, sino para vencer la tentación de caer en situaciones similares de provecho al prójimo y de desesperación de otros.

Nuestro deber es cambiar de actitud para afrontar las posibilidades y recursos que tenemos de la mejor forma posible.

En la búsqueda de empleo por ejemplo, éste cambio de actitud, es fundamental, debe ser tuyo, de nadie más, si tu cambias tus pequeños hábitos, poco a poco irá surtiendo efecto en tu vida cotidiana, y los frutos del esfuerzo irán brotando como si de la nada vinieran, pero eres tu el que los estáría provocando.

Para ello has tenido que cambiar. Si aún no lo has hecho piensa una cosa. ¿ Desde cuándo no cambias un hábito en tu vida ? ¿Es posible que desde ese momento (quizás ya ni te acuerdes de él) pienses que tu vida se ha estancado?

¿Qué esperas para buscar otra cosa?

Tienes miedo. Quizás puedas conseguir mucho más de lo que piensas, quizás el problema es ese, que piensas demasiado, quizás eso provoca que estés pensando en cómo te saldrían las cosas mal, pero te estas preocupando de cosas que AÚN NO HAN PASADO.

Nuestras madres siempre están preocupadas por nosotros, tienen miedo a que nos pase algo, nos dan consejos y hablan con nosotros hasta discutir sobre los problemas que nos encontraremos en la calle y en la vida, desde pequeños, pero en el fondo están en la misma situación que describía antes, preocupadas por cosas que aún no han pasado, es cierto que su protección como madre hace de ese sentimiento algo implícito, pero estamos hablando de seguridad, de que no le pase nada al niño que es diferente a lo que nos referíamos más arriba que era de la preocupación a los rechazos, de ofertas de trabajo a las que no conseguíamos siquiera llegar a la entrevista por ejemplo. Y desde la situación de NO intentarlo.

¿Cómo es posible que las personas se preocupen de algo que ni siquiera han intentado aún? ¿Es un sistema de autoprotección que tenemos en nuestros cerebros implantado quizás? Por eso mismo debemos sacar a relucir otras funciones del cerebro como son la capacidad de cambio y de riesgo para quizás poder encontrarnos situaciones que mejoren nuestros estados de ánimo y nuestra felicidad.

Quizás funcione o quizás no, pero el que intenta cambiar (hace cosas para cambiar) puede cambiar, igual que el que intenta buscar (hace cosas para buscar empleo), puede encontrar.