Volver a intentarlo

Me apetece volver a intentarlo, y volver también a escribir esta noche, sólo palabras, sólo frases inconexas que pueden tener o no un sentido coherente, supongo que eso ocurrirá según qué juicio tenga la persona que las lea, que las interprete.


Quizás estas palabras sean como los restos de un estornudo que salen con la mayor de las velocidades pero que se pierden rápidamente en la inmensidad de la nada. Sólo que era necesario sacarlas para desplazar el tapón que estaban creando, al igual que cuando dejas algo por hacer y te vuelves loco por volver a intentarlo.



Sólo me apetece volver esta noche a intentar escribir unas palabras que me hagan recordar que alguna vez sí hacía esto de forma permanente, con un objetivo concreto, con una meta y con una ilusión. Ilusión que se iba forjando mientras hacía camino y que poco a poco cuando miraba hacia atrás, dejaba, veía y notaba un hilo de experiencia y el sabor de la miel aún en los labios deseosos de más y más.


Ahora ese sabor no lo palpo a través del sentido del gusto, sino del recuerdo. Un recuerdo que cada vez se hace más vago y me temo ser perderá si no vuelvo a intentarlo.


Volver a intentar algo es un esfuerzo a veces duro y amargo porque la sombra del pasado, aunque queramos apartarla siempre estará ahí expectante para aparecer en cuanto nos descuidemos y volver a hacernos caer.


Cuando volvemos a intentar hacer algo en nuestra vida, estamos consiguiendo en primer lugar ganar una batalla contra nosotros mismos. Estamos siendo capaces de volver a tejer algo que probablemente nosotros mismos habíamos destrozamos o deshicimos cuando tomamos la decisión de dejarlo a medias.


Esa frase de "la espinita clavada" tiene tanta razón que duele mucho más de lo que parece y pensamos a priori, aunque usemos el diminutivo. Volviendo a intentarlo estamos sacándonosla de forma dolorosa pero afable, con un amargo frescor y sufriendo de alivio.


Un 2º intento debe ser mucho más potente y radical que cualquiera anterior, romper con los esquemas y las bases de antes, dedicar mucho más tiempo a la meta sin dejar de disfrutar del camino, centrándonos más en la permanente mejora y no en la simple observancia rebotada de la inercia del primer gran empujón.


Puedes pensar mientras lees esto en esos estudios que dejaste a medias, en ese trabajo deseado que estuviste a punto de conseguir alguna vez hasta que desististe, en esa búsqueda de empleo en la que te rendiste, de esa oposición que estudiabas, de esa aventura viajera que iba a ser pero que dejaste pendiente, de ese blog que dejaste apartado, incluso de esa persona.


Dicen que el éxito de cualquier cosa está en insistir.


El momento de volver a intentarlo es ahora, y si vas a volver a intentarlo, tienes que darlo todo. La oportunidad no se te ha brindado por que sí, la oportunidad te la has brindado tu mismo asumiendo el riesgo de este nuevo reto que no es el anterior incompleto, sino uno nuevo mucho más importante y que sólo producirá un retorno de la inversión si dejas de tenerle tanto miedo como para saber que algún día quizás, tampoco puedas conseguirlo o terminarlo pero insistiendo en cualquier momento podrías, volver a intentarlo de nuevo.

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