Los 2 Lunes

¿Cómo que los 2 lunes? ¡No me asustes! Ya suficiente tenemos con uno, como para que vengas tú con un post que, para comenzar, por la cara se titule "los 2 lunes".

Pero es que existen 2 tipos de lunes y tú probablemente los hayas vivido al igual que yo y no te hubieses parado nunca a reflexionar sobre ello quizás sólo para dejar que pase de una vez y olvidar al primer día de la semana.

Lunes tipo A. 

Es lunes. Mierda. Quieres que la tierra te trague. Para colmo has tenido un fin de semana brutal y prácticamente te dura la resaca. Si no es resaca, es cansancio de lo ajetreado del finde. O tienes las 2 cosas. Total, que no tienes ningunas ganas de producir ni en el trabajo ni en los estudios. Te pones, pero te cuesta la vida concentrarte y aunque estés desarrollando tu tarea, eres totalmente consciente de que lo estás haciendo mal. Pasan las horas mucho más lentas que de costumbre. "Ojalá fuera por lo menos, martes" piensas.

Pero ahí está, el lunes que como una losa de un montón de kilos se te adhiere a la espalda y no te permite alzar la cabeza ni erguir la espalda.

Cuando llega el martes (¡por fin!), te arrepientes como nadie de no haber aprovechado el lunes.


Lunes tipo B.

Es lunes. Mierda. Pero no hay más remedio que ponerse las pilas. Te despiertas lo antes posible, desayunas bien y con optimismo (aunque cueste) vas a comértelo con papas fritas. Manos a la obra. Parece que te estás motivando, chic@. Consigues desarrollar tu tarea de forma efectiva y oye, eso le hace a uno estar muy orgulloso de sí mismo. El hecho de saber que tienes toda la semana por delante hace que pienses que si aprovechas todos los días como hoy, el viernes serás un semi dios que necesitará descansar en lugar de al 7º día, al 6º, o al 5º por la noche. pero habiendo hecho antes los deberes.

Estás tan motivado que llega la noche del lunes y sigues trabajando! Cansadísimo. Incluso te da para escribir un post absurdo. Pero sigues, no vaya a ser que esta fuerza sobrehumana mañana cuando nos despertemos sólo haya sido un espejismo, un oasis en el desierto semanal que estaba al principio para ahogar de sequedad el resto de días.

El martes ocurre que bajas el ritmo, a veces, se convierte en una pesadilla, pero, siempre.... nos quedarán los lunes.