El mercado laboral es como una pescadilla

Pero somos nosotros mismos los que nos mordemos la cola, porque acabamos "fritos", hartos, quemados, cansados, como el pobre pez para caber bien en la sartén.

Cuando terminamos los estudios, subimos en un carrusel emocionante, con ilusión, con ganas de divertirnos, de aprender, de desarrollarnos, pero luego la agonía en forma de ruleta rusa continúa durante mucho tiempo. 



La excusa: La falta de experiencia.

La causa: La falta de oportunidades.